Yo citaría a F. Scott Fitgerald:
Puedes acariciar a la gente con palabras.
Tú me contestarías con un casi haiku sobre el silencio de M. Benedetti:
Qué espléndida laguna es el silencio
allá en la orilla una campana espera
pero nadie se anima a hundir un remo
en el espejo de las aguas quietas
Ambos podríamos pintar de seda labios ajenos con sabores dulces, otoñales y el regusto a vinos nuevos… Tú pondrías calabaza y cilantro, yo «respigaría» bajo los castañeros al ritmo de Bach.
Concierto-para-violín-BWV-1041-bach
Para la CREMA DE CALABAZA bastaría poner a rehogar en media cucharada de oliva: un par de papas, un cebolla mediana y como un kilo de la mejor calabaza madura, con bien de caroteno, que podamos encontrar. Removiendo, removiendo, irá sacando su mejor olor. Entonces sólo tendremos que añadir sal, medio manojo de cilantro y agua hasta cubrirla bien. Una vez guisada, se aparta el cilantro y a moler. Intensísima de sabor, dulzona y en extremo cremosa.
Al tiempo podíamos haber ido preparando unas CASTAÑAS GUISADAS con una pizca de sal y generoso puñito de anís; un cortecito como se les ve y a cocinar. Para acompañar al vino antes, durante o después del puré hirviente.
Al candor de las velas, la música de Bach y el dulzor de la mesa… Quizá, sólo quizá y por esta vez, tienes razón, no me haga falta acariciarte, además, con las palabras.
Que relajante…las palabras…las luces y esa cremita que sabra agloria¡ y desdeluego que si se puede acariciar con palabras¡¡
Besets.
Cariñet,
caricias de palabras, de brazos y de pensamientos para ti. Si es que estoy que las regalo!!! (las caricias, conste… y alguna castaña que también quedan)
que rico, el ambiente, las velas, la sopita , la música, el vinito y tú compañía mi niña que hayas difsrutado la velada.
biquiños
alinita
Alina, no sé yo si mi compañía sería un aliciente… igual sería mejor preparar la mesa, el ambiente y dejar al personal… pero ya sabes que tienes un rincón en la mesa grande. Esta de la foto apenas llega para mí y mi imaginación. 😉
Un abrazo apretado
Hola Adormidera. Una música envolvente ideal para acompañar a esta crema de calabaza con el inestimable acompañamiento de esas castañas. Me encantan.
Tienes un gusto musical exquisito, igual que tu cocina.
Saludos
Creo que, como en todo, el gusto musical es visceral-emocional-intenso, y muy veleta!!!
Gracias por estar, por volver, por comentar.
Un saludo, Juanito.
qué bien huele, qué música tan bien elegida, qué mesa tan elegante, te deseo que hayas disfrutado mucho, qué más se puede pedir?
un abrazo
Ana
jajjajaja, por pedir, seguro que algo se podría encontrar.
Yo no necesito nada más.
Un abrazote, niña.
Que bien te ha quedado este post. Que bien ligan las palabras al igual que ese puré que puede revivir a un muerto. Imagino el olor, el sabor, la música y un runruneo melodioso de palabras a la luz de las velas.
Un saludo
Ahí me debato yo, Tanci… entre silencios y palabras a media luz. (releo y aclaro, «debatir» suena a lucha, y es que a veces, es mi lucha particular entre decir o callar)
Muchas gracias.
Deliosas palabras que acarician, deliciosa música que acompaña, deliciosa crema que no me resistiré a copiar.
Las castañas cocidas así, con el anís , me ha recordado el día de los Santos de hace tantos años.
Nos las daban los curas al salir del cine y me las iba comiendo tan contento por la Avenida, camino de casa.
La música…
Llevo días y días acompañándome con ella. Es mi matraquilla, mi número 1 particular, hasta que lo desbanque dios sabrá qué.
Cuando subo algo, suele ser así. El hit parade del momento, de mi momento.
Y sigue hablándome de calidez, de palabras y silencios, de cremas dulzonas y castañas… aun cuando esté aparentemente absorta en el trabajo, las velas siguen calentándome la piel.
Ahora ya no comes castañas guisadas, Sr. Puntillo??
A mí me recuerdan a comidas familiares, entre las papas sempiternas e imprescindibles como plato principal, entonces la proteína era el accesorio, siempre había unas castañas. Tintaban las papas de su color y a mí me encantaba. Y por las noches de estos meses, para cenar o merendar, siempre castañas asadas que papá preparaba…
Si vas a hacer la crema, te recuerdo que la calabaza ha de ser de las de color intenso o te quedará sosona… pero bueno.. jajajjajaja.. como yo misma!!!
una caricia para el alma, gracias por el haiku, sabès que me encantan!!!! la foto dice tanto como las palabras que acarician. Belleza
abrazo de oso
Ayyy, los haikus… tan breves y yo tan larga, que no entro, que me trabo, que saco la cabeza por el tejado como la Alicia al tomar la pócima del crecer.
Me encanta que te haya gustado… también la foto era una caricia, sí… joder, soy un libro abierto?!
A veces tengo la sensación de desgañitarme sin que nadie escuche… hasta que llego aquí, y todo es tan fácil… llegar, tocar, acariciar
Me arrebujo en ese abrazo.
Umm, creo que acabas de condensar el otoño en un plato. Si además me dejo envolver por el ambiente, el resultado es una de esas noches mágicas para compartir.
Un beso muy grande.
Eso pretendía, Maby
Resumir y rezumar otoño… compartir con quien lo entendiera igual. Y tú siempre lo entiendes.
Un abrazo.
que maravilla, como siempre sabes combinar los cinco sentidos de una sola vez.
un beso
Niñaaaa, pues cómo vamos a ir cojos por la vida!!!! Aparte que si dejáramos alguno, protestaría, nos estaríamos limitando y ya que los tenemos… oye, pues aprovechemos!! Un beso, Toñi (hago esfuerzos por cambiar el nombre 😉 )
Tu si que acaricias con tus escritos….las fotos intimistas me han llegado…para variar contigo….un besito
(Me has hecho pensar y mis ojos cambiaron de expresión) Sólo a quien se deja acariciar, Mªjose… sólo a quien se deja. Ya quisiera yo tener ese poder.
Un abrazo y hoy un agradecimiento especial para tí.
Llevo mucho sin entrar a comentar, pero se lo que pones, tengo poco tiempo y se me escapan muchos blog, pero sigo opinando que entrar en tu blog relaja, muy buena la crema, un beso
Hola, Mamen
Al final terminaré creyendo que realmente relaja. Creo que nunca conté el porqué del nombre de Adormidera. Entre otras cosas, hace muchos años, cuando comenzaba mis andadas por internet, algunas personas solían reírse conmigo llamándome opio. Decían que adormecía cuando escribía, amansando fieras, jajajajjaja- Yo entonces pensé que aquello más que un piropo, era una crítica directa, llamándome cansina, aburrida, soporífera… pero por seguir la broma, un día aparecí con ese nombre, y me sentí bien!!!!
Un beso enorme y gracias por venir a pesar de tu poco tiempo. Ahora sé lo que es y aún lo agradezco más.
Hay que ver lo bien que te sienta el otoño!!!
Tu cenita de hoy es una bomba de IG alto, que yo no puedo permitirme, pero disfruto viendo las estampas.
Qué gran verdad las palabras que son caricias y qué buena pinta tiene esa velada tan especial!
Besitos sin gluten. A mi cuando me los da mi celiaquillo me saben también a caricias.
Hola Adormidera,
te sigo porque me gustan tus recetas. Sin embargo, me pregunto ¿por qué están siempre acompañadas de tanta tristeza, tanta melancolía, tanta música melódica, tanto texto catastrofista o, en su defecto, nunca alegre? ¿por qué una crema de calabaza ha de ir acompañana del rocía mañanero, y no del jholgorio en la plaza el jueves por la tarde?
Adormidera, esto no es reproche. Me falta osadía para tanto. Pero sinceramente te digo, que la melancolía del horto sobre el mar y el amanecer con rocío y el canto de las golondrinas en la ventana de mi admirado vecino… CANSA AL PERSONAL. Ya todos somos mayores y todos, o casi todos, hemos experimentado lo que quieres transmitir. No te esfuerces más, deja ya tus calcetines y tu manta; suéltate el pelo, y regresa a la vida, a la verdadera, en la que vivimos tus lectores.
Gentilmente, alguien que aprecia tu gusto gastronómico.
Mercedes, si a tí te cansa, no entiendo que te llames lectora. Masoquismo hay que tener para leer algo que no interesa y, además, opinar.
Agradezco mucho tu visita. Pero si llevo el pelo suelto o no, eso tú no lo vas a saber y si tengo dos o ningún calcetín es cosa mía y de mis pies… ¿no te parece?.
No te canses ni malgaste tus minutos en leer y sal a la calle, es miércoles… seguro que habrá algo más interesante que hacer.
Un saludito
Me expliqué mal; me gusta leer tus recetas, me parecen estupendas, sencillas, llenas de sabor y de fácil factura.
Leerte no es masoquismo.
Pero insisto en la pregunta: ¿por qué tanta tristeza? ¿es realmente necesaria?
Simplemente te digo, y te aconsejo _perdón por la osadía_ que te tomes el bocadillo de aguacate con pesto escuchando a Sito Sedes cuando era vocalista de Los Satélites… (es una idea).
O mejor… tómatelo como quieras, pero a tus lectores, a los que entramos en tu página y te leemos, y justificamos tu presencia en la red, regálanos, aunque sólo sea una vez, un poco de alegría…
Á bientôt! y Feliz Año!
No sabía quién es esa orquesta y los he buscado. ¿¿Qué quieres que te diga?? A mí me parecen alegres otras cosas. ¿Entiendes que a mí, en un momento dado, me pueda parecer más alegre Mozart que el señor Sedes? ¿o que otra gente me haya dicho, cosa que tampoco me hace mejor, todo lo contrario a ti?
De cualquier forma, insisto que agradezco tu opinión, y lamento si no has sabido ver mi alegría. Supongo que, como todos, habré tenido días y días.. .salvo los que jamás escriben sobre sí mismos, de los que nunca sabremos nada. Y ese es el caso de muchísimos blogs de cocina, mucho más interesantes que mi cuaderno de notas o mi, si quieres, diario personal.
Si esperas chistes, Merce, me temo que aquí no los vas a encontrar… no es mi estilo ni me llaman… las fotografías, es lo que me sale mirar… y la música es la que me gusta escuchar. ¿Qué se le va a hacer?
AÑADO… otra cosa que tb te agradezco es hacerme parar a pensar. Jamás he escrito para la gente en general, se ha unido el que ha querido leer, pero bien es cierto que llegados a este punto, quizá tenga que replantearme tanto aireo en público.
Un abrazo y que para tí también sea saludable y feliz.
Me encanta la gente que quiere gobernar tu vida, como no pueden decirlo abiertamente te dicen que te van a dar un consejo de esa forma ellos quedan impunes y soberbios, uno como un gilipollas. Eso si, anteponen el perdón por la osadía, cuanta terapia hace falta jajajajaajaja